La brecha salarial de género es la diferencia en los salarios entre hombres y mujeres que trabajan en igualdad de condiciones. Es un indicador de la desigualdad económica entre los géneros y puede ser influenciada por una variedad de factores, incluyendo la discriminación en el lugar de trabajo, la selección de carreras, la negociación salarial y la responsabilidad por cuidados no remunerados.
La brecha salarial de género varía de un país a otro, pero en muchos países, las mujeres aún ganan menos que los hombres en promedio, incluso cuando están empleadas en las mismas posiciones y con niveles iguales de experiencia y formación.
En España, la brecha salarial efectiva se sitúa en un 18.7%, lo que significa que los hombres cobran, de media, unos 5.175 euros anuales más que las mujeres.
Este porcentaje varía según la industria y la ubicación geográfica. A pesar de la igualdad salarial proclamada por la ley, la brecha salarial en España sigue siendo un problema significativo y existen esfuerzos en curso para reducirla y abordar las causas subyacentes.
La brecha salarial entre hombres y mujeres puede tener un impacto significativo en la calidad de vida y oportunidades de cada uno. Por un lado, puede influir en la participación de las mujeres en el mercado laboral y en su capacidad de acceder a oportunidades de carrera y ascenso.
Por otro lado, está el aspecto económico. Cuando las mujeres ganan menos que los hombres por el mismo trabajo, tienen menos recursos económicos para satisfacer sus necesidades básicas y mejorar su calidad de vida.
Esto por supuesto supone una mayor vulnerabilidad financiera y puede significar, en muchos casos, la falta de acceso a bienes y servicios esenciales, como la educación y la atención médica.
Además, la brecha salarial también puede limitar la capacidad de las mujeres de ahorrar y planificar su futuro financiero, lo que puede tener consecuencias a largo plazo en su seguridad económica y bienestar. Es decir, puede perpetuar la desigualdad de género y limitar el potencial económico y de bienestar de las mujeres.
La mayoría de los objetivos financieros de una persona pueden variar dependiendo de sus necesidades, preferencias y circunstancias individuales. Por supuesto, no todo el mundo aspira a casarse o tener una mascota, pero hemos recogido una lista de las que hemos considerado algunas de las aspiraciones comunes.
Es importante tener en cuenta que estos objetivos financieros pueden ser interdependientes, y es posible que se deba ahorrar para varios al mismo tiempo. Sin embargo, y para ejemplificar de forma sencilla la brecha entre géneros, los hemos individualizado en términos de ahorro.
El costo de una boda en España puede variar mucho dependiendo de varios factores, como la ciudad en la que se celebra, la cantidad de invitados, el lugar donde se celebra, el tipo de cátering que se contrate, la música y la decoración, entre otros.
El coste medio de una boda en España puede oscilar entre los 15.000 y 20.000 euros. Lo que significa que para pagar la mitad de una boda (10.000 euros), una mujer tendría que ahorrar más de siete meses más que un hombre. Una diferencia significativa considerando que una boda se organiza generalmente a lo largo de un año.
Adquirir una vivienda es sólo el principio, ya que amueblarla también supone un gran desembolso económico. De media, en España, amueblar una casa cuesta entre 10.000 y 15.000 euros, lo que le supondría a una mujer un ahorro de casi 9 meses más. Es decir, casi un año más de trabajo y ahorro para poder acceder a algo tan básico como los muebles y electrodomésticos de una vivienda.
Comprar una casa es considerado uno de los objetivos financieros más importantes en la vida de muchas personas. Adquirir una vivienda propia puede ser una inversión a largo plazo que proporciona estabilidad y seguridad financiera.
El coste medio de una hipoteca al año en España es de aproximadamente 9.000 euros. Considerando los diferentes salarios, a una mujer le llevaría más de un mes más que a un hombre ahorrar para pagar un año. Por supuesto, esta diferencia se vuelve más pronunciada si consideramos que la hipoteca media en España tiene una duración de entre 20 y 30 años.
No podemos calcular la diferencia a lo largo de 20 o 30 años ya que los tipos de interés a la hora de adquirir una hipoteca varían mucho. Sin embargo, y considerando una hipoteca a tipo fijo a lo largo de 10 años, la diferencia es bastante significativa. En concreto, casi 13 meses de diferencia entre géneros, más de un año.
La mayoría de expertos recomienda que la cuota mensual de la hipoteca no supere el 30-35% del salario. En el caso de los hombres, este porcentaje es un poco superior, situándose en el 39% de su salario, mientras que en el caso de las mujeres aumenta al 50%, la mitad de su salario. Es decir, en términos generales, las mujeres no se podrían permitir comprar la casa media con el salario medio.
El coste de vida general es un gasto imprescindible que, aunque varía de hogar a hogar, es quizá el más estándar de los mencionados anteriormente. No todo el mundo decide comprarse una casa o un coche, o pagar por una boda. Sin embargo, la comida, el alquiler y las facturas son un gasto básico que todo el mundo tiene.
El coste medio general es de unos 8.200 euros al año, lo que le supondría unos 4 meses y medio de ahorro para los hombres y casi 5 meses y medio para las mujeres. Es decir, algo tan básico y necesario como pagar las facturas y el alquiler supone un esfuerzo de casi un mes adicional. Los hombres dedican un 36% de su salario a los gastos de vida generales mientras que las mujeres un 45%. Una diferencia significativa.
La adquisición de un vehículo y su mantenimiento es uno de los gastos más comunes en los hogares españoles. Considerando el precio medio de un coche y los pagos mensuales que conllevaría financiarlo, estaríamos hablando de unos 350 euros al año, a lo que se le suma el coste de su mantenimiento (gasolina, taller y otros gastos) que ascendería a unos 3,780 euros al año de media.
Al ser un gasto menos significativo que otros como la hipoteca, la diferencia no es tan polarizada como las demás. Sin embargo, como decíamos al principio, muchos de estos gastos son interdependientes, y esto se suma a otros gastos mensuales en los que la disparidad conlleva a desigualdades económicas.
En diez años de mantenimiento de coche y cuota mensual, esa diferencia de ahorro aumenta hasta casi seis meses adicionales de ahorro para una mujer para poder pagar la misma cantidad.
Como ya señalamos en nuestro estudio sobre tener un hijo en España, las desigualdades de género también se reflejan a la hora de tener un hijo para madres y padres solteros. El coste de tener un hijo en España ronda los 9.570 euros al año, lo cual supone un 52% del salario de una mujer y un 41% del salario de un hombre.
Una diferencia significativa si consideramos, por ejemplo, los 5 primeros años de crianza en los que la cantidad asciende a casi 48.000 euros. A una mujer le llevaría más de 6 meses y medio más que a un hombre poder pagar esa cantidad.
Ahorrar para la jubilación es muy importante, ya que el sistema de seguridad social puede no proporcionar suficientes ingresos para cubrir todas las necesidades de los jubilados.
Y esto se vuelve más evidente en el caso de las mujeres, cuyo salarios inferiores determinan que la jubilación no sea tan alta como la de los hombres. Para calcular esta diferencia, hemos utilizado como referencia el salario anual de ambos con 49 años cotizados y considerando un ahorro del 10% anual.
Con estos datos, los hombres serían capaces de jubilarse a los 65 años con unos ahorros de 133.000 euros, mientras que para retirarse en las mismas condiciones las mujeres tendrían que trabajar más de trece años más. Es decir, para poder jubilarse en las mismas condiciones que los hombres a los 65 años, las mujeres tendrían que trabajar hasta los 78 años.
La brecha salarial se vuelve más pronunciada cuando pensamos en la capacidad de ahorro e inversión de las mujeres. A una mujer le va a llevar más tiempo cumplir con los requisitos de depósito mínimo y por lo tanto tardará más que un hombre en que sus ahorros rindan al mismo nivel.
En el tiempo que un hombre es capaz de ahorrar 20.000 euros, utilizando un 20% de su salario, una mujer sólo alcanzaría a acumular 15.705 euros.
Para entender cómo esta brecha se va abriendo cada vez más, vamos a coger como referencia uno de nuestros productos a plazo fijo a un año.
Con un tipo de interés del 3.10% TAE a un año:
Cerrar la brecha de género en la participación laboral y en otros aspectos de la vida beneficia a toda la sociedad, no solo a las mujeres. La participación plena y equitativa de las mujeres en la economía y en otros ámbitos contribuye al crecimiento económico y al desarrollo sostenible.
La evidencia respalda esta idea. Reducir la brecha de género en la participación laboral no solo aumentaría el PIB per cápita, sino que también podría mejorar la eficiencia económica, aumentar la innovación y la creatividad, y reducir la pobreza y la desigualdad.
En definitiva: lo que beneficia a las mujeres nos beneficia a todos.
Monica Pina Alzugaray, directora de Raisin España, añade: Aunque la brecha salarial tiene repercusiones muy importantes en las finanzas de las mujeres, y nos queda mucho camino por recorrer, existen algunas medidas que podemos tomar para asegurarnos un futuro financiero mejor. El hecho de que los hogares no maximicen sus ahorros es evidente tanto en hombres como en mujeres; sin embargo, los datos de nuestros propios clientes muestran que las mujeres ahorran e invierten su dinero, por lo general, mucho más tarde que los hombres. Esto podría deberse a la inversión mínima exigida por las entidades o a la percepción de que ahora no es el momento para hacerlo o ya lo harán más adelante.
En la actualidad existen múltiples productos de ahorro que permiten a las mujeres maximizar los ahorros de los que disponen. Desde cuentas flexibles como la de Klarna al 3,29 %, que puede abrirse con tan solo 1 euro, hasta el depósito a plazo fijo a 1 año, también de Klarna al 3,47 % TAE, que ofrece una inversión mínima de 500 euros). Tomarse 10 minutos para comparar y hacer una inversión inteligente puede ayudar a superar algunas de las desigualdades en el ahorro que se ponen de manifiesto en nuestro estudio.
Hemos utilizado diferentes fuentes para determinar cuáles son las consecuencias de la brecha salarial en diferentes objetivos financieros.
En la siguiente tabla explicamos qué datos utilizamos para poder calcular cada una de las siguientes variables.