Desde primavera de 2022, los tipos de interés han ido aumentando cada día. En su última subida, el Banco Central Europeo (BCE) ha implementado una nueva subida de 25 puntos básicos colocando el tipo de interés oficial en el 4 %.
Desde la primera subida en julio de 2022, la reacción por parte de los bancos no se hizo esperar y hemos visto como la remuneración de los depósitos ha ido aumentando desde entonces. Por ello y tras varias subidas de los tipos de interés en el ultimo año, los ahorradores se preguntan cuándo alcanzarán los tipos su nivel máximo. Lo cierto es que nadie puede responder con seguridad a esta pregunta, porque las decisiones del BCE sobre los tipos de interés están ligadas a la evolución imprevisible de la inflación. Pero la pregunta que realmente habría que hacerse es: ¿tiene algún sentido esperar a nuevas subidas de los tipos de interés? La respuesta es no.
No tiene sentido esperar porque es una doble pérdida, no sólo porque los ahorros depositados en una cuenta corriente tienen un interés cero y se ven afectados por la inflación, sino porque también se pierden los retornos que podrían obtenerse en una cuenta de ahorro con un tipo de interés alto.
Te contamos cómo te puedes beneficiar de las subidas de tipos de interés al tiempo que evitas que el FOMO (miedo a perderse algo) se coma la rentabilidad de tus ahorros.
Ya en primavera, el BCE ofreció la posibilidad de dar un giro a la política monetaria y una subida de los tipos de interés, en vista de la elevada inflación. La primera subida de los tipos de interés del BCE en muchos años, el 21 de julio, fue de 50 puntos básicos, es decir, un 0,50 %, más de lo previsto, y supuso el fin de los tipos de interés negativos. A esta primera subida le ha seguido varias, hasta colocar el tipo de interés oficial en el 4 %.
Incluso antes de la subida de julio, muchos bancos habían reaccionado y empezado a subir sus tipos de interés de forma significativa. Desde comienzos del verano del 2022, los mejores tipos de interés para los depósitos a un año se han cuadruplicado, pasando del 0,9 % al 3,85 %. Por tanto, algunas personas siguen esperando a invertir su dinero para aprovechar las próximas subidas de los tipos de interés. Sin embargo, esto significa que se están perdiendo los intereses devengados que se van acumulando durante el tiempo que se espera y que no se pueden ganar más adelante.
Un ejemplo sencillo muestra cuánto dinero se puede perder por la indecisión: Quien quiera ahorrar 10.000 € para disponer de ellos en 12 meses podría invertir el dinero a un tipo de interés del 3,80 % anual durante 12 meses y ganaría 380 € en intereses.
Sin embargo, si decide esperar durante otros 6 meses, en previsión de la próxima subida de los tipos de interés, e invierte durante los 6 meses restantes, sólo recibiría un rendimiento de 190 € . Incluso con un tipo de interés más alto, del 6 % anual a 6 meses, generaría 84 € menos que si hubiera actuado e invertido antes.
En comparación, los ahorradores con un objetivo final en mente – por ejemplo ganar 350 € en intereses en un año – necesitarían un tipo equivalente de más del 7 % anual para conseguirlo si esperaran los 6 meses iniciales para ver cómo mejora el mercado.
Así pues, para que la espera de unos tipos más altos resulte rentable, se necesitan aumentos muy importantes de los tipos de interés. Si está claro que no se van a necesitar los ahorros en los próximos 12 meses, casi siempre es más lucrativo invertirlos directamente. Quien no esté seguro de ello, también en un contexto de aumento de los costes energéticos, también puede apostar por una cuenta de ahorro. Aunque los tipos de interés de las cuentas remuneradas son más bajos, en los últimos meses han aumentado considerablemente.
Por ejemplo, se divide una suma de inversión de 10.000 € y se invierten 2.500 € cada uno a tipos de interés fijos con plazos de 6, 12, 18, y 24 meses. Al cabo de seis meses, se abona el primer importe de la inversión, incluidos los intereses acumulados, y se puede volver a invertir al tipo de interés más alto. Al año se recibe el siguiente tramo y se reinvierte en el tipo más alto, y así sucesivamente. Con la estrategia de la escalera, los ahorradores se aprovechan de la subida de los tipos de interés sin tener su dinero aparcado en cuentas corrientes durante meses, sin obtener retornos.