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Si te gusta tomar decisiones basadas en principios y valores éticos y morales, puede que hayas escuchado el término banca ética. Si no es así, lo más probable es que te interese. ¿Quieres saber en qué consiste y cuáles son sus beneficios? ¿Te preguntas qué productos bancarios ofrece y en qué se diferencian de los de la banca tradicional? Sigue leyendo y descúbrelo con Raisin.
Son las entidades financieras que no buscan solo un beneficio económico con sus productos bancarios, sino también promover el consumo ético y responsable.
Sus principios son la transparencia, la utilidad social, el apoyo y la negociación, la viabilidad y la responsabilidad.
Tiene cuatro beneficios principales: la contribución social y medioambiental, la transparencia y participación, el fomento del cambio y la educación financiera.
Las libretas de ahorro solidario, las tarjetas de crédito solidario, los fondos de inversión socialmente responsables, los bonos verdes y los créditos solidarios son algunos tipos de productos bancarios de la banca sostenible y ética.
La banca ética son las entidades financieras que promueven el consumo ético y responsable de productos financieros. Es decir, los bancos que ofrecen productos bancarios que contribuyen a la mejora de la sociedad y del medio ambiente.
Para que lo entiendas mejor, puedes invertir en fondos de inversión socialmente responsables que invierten en empresas que buscan mejorar el desarrollo sostenible, la justicia social, la igualdad de género o los derechos humanos, o puedes invertir tu dinero en fondos de inversión que no invierten en proyectos éticos e, incluso, que lo hagan en empresas con mala reputación (por ejemplo, compañías de juegos de azar). Así, la banca ética no solo busca un beneficio económico, sino también contribuir a la mejora social y ambiental.
Estos son los principios de la banca ética española:
Transparencia: los ahorradores e inversores saben dónde están depositando su dinero.
Utilidad social: los proyectos de las empresas en las que se invierte tienen fines sociales, como disminuir el desempleo.
Apoyo y negociación: los bancos no solo buscan captar fondos, sino también ayudar y negociar con sus clientes.
Viabilidad: las empresas no respaldan proyectos inviables que puedan suponer un riesgo para el capital de las personas.
Elegir invertir o ahorrar a través de la banca ética tiene muchos beneficios, los enumeramos a continuación:
Contribución social y medioambiental: con una banca sostenible y ética el inversor o ahorrador pone su grano de arena en la sociedad, ya que colabora en la financiación de proyectos con un impacto social y medioambiental. Esto, a su vez, te permite colaborar con proyectos que defiendan tus valores y principios.
Transparencia y participación: la banca ética es transparente porque el ahorrador conoce cómo se utiliza su dinero. Además, fomenta la participación de sus clientes.
Fomento del cambio: la banca ética defiende un cambio en el sistema financiero tradicional, y al elegirla estarás apoyando ese cambio hacia un modelo financiero más responsable y sostenible.
Estos son los productos bancarios que suele ofrecer la banca ética:
Libretas de ahorro solidario: estas libretas de ahorro captan dinero para proyectos con fines sociales.
Tarjetas de crédito solidario: ¿conoces el cashback? Con una tarjeta de crédito solidario, al hacer una compra, en vez de recibir un parte del importe en la cuenta como ocurre con el cashback, esa parte del importe se destina a un fin social.
Fondos de inversión socialmente responsables: este tipo de fondos de inversión tiene una cartera de activos financieros que han sido seleccionados con criterios que respaldan el medioambiente, la sociedad y el gobierno justo. Los activos pueden ser tanto de renta variable como de renta fija, por eso, la rentabilidad, el riesgo y la liquidez varían según el fondo. En cualquier caso, no invierten en empresas que no sean morales o éticas, como casinos, producción de armas, etc.
Bonos verdes: los bonos verdes son instrumentos de deuda de entidades o deuda pública de gobiernos con los que el inversor puede obtener una rentabilidad a cambio de prestar su capital. Los fondos captados por estos bonos se destinan a proyectos para mejorar el medioambiente y combatir el cambio climático, por lo que el inversor contribuiría a estas causas. Para que sean considerados bonos verdes deben cumplir con los criterios ESG (ambiental, social y de gobierno). Por otro lado, las empresas también pueden emitir bonos solidarios para captar financiación. Sin embargo, a diferencia de los bonos tradicionales como los Bonos del Estado, el fin es financiar proyectos éticos y responsables.