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Los medios de comunicación suelen utilizar el término fluctuación para hacer referencia a los cambios de precios. Pero ¿qué es exactamente y cuáles son sus causas? Sigue leyendo y descúbrelo en este artículo.
Son las variaciones del precio de un bien o instrumento financiero, tanto subidas como bajadas, en un tiempo concreto.
Sus causas son: eventos inesperados, noticias económicas, sentimiento del mercado y situación y cambios geopolíticos.
Entre sus consecuencias están la volatilidad en los mercados, la incertidumbre de los inversores, y el impacto en las empresas y en las políticas económicas.
También se usa para los cambios en los indicadores económicos: como en los tipos de interés, que afectan a los intereses que ofrecen los bancos en sus depósitos a plazo fijo y cuentas de ahorro.
La fluctuación hace referencia a las variaciones del precio de un bien o instrumento financiero a lo largo de un determinado periodo de tiempo. Es decir, la fluctuación es cada subida o bajada en el precio de un bien o activo financiero, aunque también se utiliza este término para los cambios en los tipos de interés y en otros indicadores económicos.
Con estos cambios el inversor puede obtener un beneficio (si dicho activo incrementa su valor y decide venderlo) o una pérdida (si su precio baja y lo vende). Para no perder dinero por una fluctuación a la baja de un activo, el inversor tendría que esperar a que dicho instrumento vuelva a tener el precio que pagó por adquirirlo o un precio superior.
La fluctuación puede deberse a varios factores: nuevas políticas monetarias, las condiciones del mercado o un cisne negro, entre otros. En cualquier caso, es habitual utilizar este término en economía, sobre todo al analizar las acciones de una empresa, los niveles de paro de una nación o al invertir en bolsa.
Según su causa, la fluctuación se puede clasificar en dos tipos:
Cíclica: cuando los cambios en el precio de los activos financieros siguen los ciclos económicos. Esto es, expansión y crecimiento (los precios suben), decrecimiento (los precios bajan) y recuperación (los precios vuelven al punto inicial).
Irregular: si las variaciones de precio no se pueden relacionar con cambios previsibles. Por tanto, este tipo de fluctuación es difícil de predecir, pues ocurre cuando suceden eventos imprevisibles.
Por otro lado, también se puede clasificar en:
Fluctuación de precio: cambios en los precios de bienes y servicios.
Fluctuación cambiaria: variaciones en el precio de una divisa respecto a otra. Este tipo de fluctuación es el que se usa para la inversión en divisas.
Las causas principales de la fluctuación son:
Eventos inesperados: guerras, crisis, desastres naturales o un cisne negro.
Noticias económicas: la publicación de indicadores económicos, datos de empleo y desempleo, PIB o niveles de inflación.
Sentimiento del mercado: ¿cómo perciben los inversores los mercados financieros? Sus percepciones también hacen que el precio de un instrumento pueda variar.
La fluctuación tiene consecuencias tanto para las empresas como para los inversores:
Impacto en las empresas: si sube el valor de las acciones, las empresas pueden obtener más financiación. Sin embargo, si el precio de las acciones baja, pueden tener problemas para financiarse.