Inicio › Educación financiera › Inflación subyacente
El aumento de los precios de los bienes y servicios forma parte de la evolución de la economía. Pero si estos suben de forma progresiva, es posible que el banco central de un país decida tomar medidas para mantener la salud económica. En este contexto, los medios de comunicación suelen utilizar el término financiero inflación subyacente frecuentemente. Descubre con Raisin su significado, su fórmula y mucho más.
Indica la evolución de los precios pero, a diferencia de la inflación, a corto o medio plazo y sin incluir los alimentos no elaborados, la energía y el combustible.
No tiene en cuenta situaciones puntuales que puedan afectar a la oferta. Esto hace que sea más exacta.
Suele ser menor que la inflación y los bancos centrales la usan para tomar decisiones.
Afecta al poder adquisitivo. Para intentar mantenerlo, puedes contratar productos que te den intereses, como depósitos a plazo y cuentas de ahorro.
La inflación subyacente es un indicador que muestra los cambios que se producen en los precios de los bienes y servicios. Pero ¿no es esta la definición de inflación? Aunque parecen dos términos muy similares, hay algunas diferencias:
El concepto de inflación subyacente comenzó a utilizarse a raíz de un conflicto bélico que aumentó el precio del crudo en 1970. Este incremento afectó a otros sectores, como el automovilístico, ya que necesita esta materia prima. Así, nació este indicador para mostrar la subida de precios sin tener en cuenta los productos más volátiles, como el combustible.
El IPC, o índice de precios de consumo, es el indicador que se utiliza para calcular la inflación. El Instituto Nacional de Estadística es el encargado de elaborarlo. También existe el IPC subyacente para calcular la inflación subyacente. En la siguiente tabla puedes ver la evolución de ambos IPC en los últimos meses:
Mes | IPC | IPC subyacente |
Enero | 3 % | 2,4 % |
Diciembre | 2,8 % | 2,6 % |
Noviembre | 2,4 % | 2,4 % |
Octubre | 1,8 % | 2,5 % |
Septiembre | 1,5 % | 2,4 % |
La inflación subyacente se utiliza para medir la evolución de los precios independientemente de eventos o situaciones puntuales que puedan ocurrir, como un conflicto, un cisne negro o problemas de logística que impidan que haya oferta suficiente de esos bienes o servicios. Tal es el caso de la pandemia del coronavirus, cuando algunas materias primas aumentaron su precio porque la oferta disminuyó, pero conforme se fue controlando la situación esos productos volvieron a tener su precio anterior.
Por lo general, un país puede tener una inflación determinada por una situación concreta que hace que los precios de algunos bienes o servicios suban. Por este motivo, la inflación subyacente es un indicador más estable y permite que los bancos centrales puedan utilizar políticas monetarias y tomar medidas más eficientemente.
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Para calcular la inflación subyacente debes separar del IPC la energía, los productos alimenticios no elaborados y el combustible. De esta forma, obtendrás el IPC subyacente, aunque también puedes encontrarlo en la página web del INE. Después, tendrás que aplicar la fórmula general de la inflación pero cambiando el IPC por el IPC subyacente:
IPC subyacente final - IPC subyacente inicial / IPC subyacente inicial x 100 = inflación subyacente
La inflación subyacente afecta a tus finanzas personales, pues impacta en tu poder adquisitivo y en tu capacidad de ahorro.
El aumento de los precios afecta al bolsillo de los ciudadanos, que pierden poder adquisitivo.
Además, la inflación también influye en el valor subyacente de una inversión. Para que lo entiendas mejor, imagina que compras Bonos del Estado y obtienes un 3 % de interés, pero la inflación que hay en España es más de ese 3 %. Por ende, el valor de la inversión bajará. A saber, cuando recuperes el dinero que le has prestado al Gobierno español más los intereses, ese capital ya no tendrá el mismo valor que cuando decidiste invertir en deuda pública para obtener una rentabilidad.
Con todo, estos y otros productos que te den intereses, como los depósitos y las cuentas remuneradas, pueden ayudarte a mantener tu poder adquisitivo en periodos de inflación. Igualmente, intenta utilizar métodos de ahorro para conseguir ahorrar más y que hacerlo te resulte más sencillo.
Normalmente, cuando suben los precios de los bienes y servicios, aumenta la presión para que suban los salarios brutos de los ciudadanos. Asimismo, las empresas tienen que hacer frente a costes más altos, razón por la cual no pueden afrontar las subidas salariales de sus empleados.
Esta situación podría afectar a los niveles de empleo, sobre todo si el Gobierno decide actualizar el salario mínimo interprofesional y las compañías recurren a los despidos por no poder subir los sueldos de toda la plantilla.