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¿Has escuchado el término apalancamiento? Lo más probable es que sí, sobre todo si utilizas brókeres para operar en los mercados financieros. Pero si no sabes qué es el apalancamiento financiero o cómo se calcula, en este artículo te contamos todo sobre este concepto, también su fórmula y las ventajas y desventajas que tiene a la hora de invertir.
Es una herramienta que sirve para aumentar las ganancias de inversión, ya que no solo inviertes con tu capital, sino también con dinero que no tienes. Sin embargo, también puede aumentar las pérdidas.
Un apalancamiento de 1:2 indica que por cada euro invertido con capital propio hay dos euros invertidos. Del mismo modo, un apalancamiento de 1:3 significa que el inversor aporta un euro de capital propio y el total de la inversión es de tres euros.
Hay instrumentos que lo utilizan dentro de su propia operativa, como algunos derivados financieros. Para utilizarlo tendrás que utilizar uno de estos instrumentos y un bróker que lo ofrezca.
Obtener una mayor rentabilidad y disponer de un mayor capital para invertir son sus principales ventajas. Perder más dinero del invertido si sale mal la inversión es su principal desventaja. Por lo general, invertir con apalancamiento es riesgoso.
El apalancamiento financiero es una herramienta que puedes utilizar para aumentar las ganancias de tu inversión. En realidad, lo que harás al usarlo es invertir con deuda, es decir, invertir con dinero que no tienes para que la inversión sea mayor. Sin embargo, aunque puedes generar una mayor rentabilidad con él, también puedes perder más dinero del que inviertes. Por este motivo, no es una buena opción para inversores con perfil conservador o para ahorradores que no quieran asumir riesgos.
También se puede definir como la diferencia entre el dinero que aporta una persona a la inversión y el capital que le facilita una entidad bancaria para poder llevarla a cabo. Su nombre se debe al efecto palanca que tiene en la economía, ya que sirve para desbloquear o impulsar una operación.
Cuando un inversor decide operar con apalancamiento financiero lo hace con un objetivo: aumentar la rentabilidad de su inversión, aunque no disponga de un gran capital. Sin embargo, el inversor también asume riesgo: si pierde dinero, el apalancamiento hará que pierda más.
Pongamos un ejemplo de apalancamiento financiero para que lo entiendas mejor. Imagina que decides invertir en bolsa con 10.000 euros que tienes ahorrados. Un año después, la inversión te ha dado un 10 % de rentabilidad, de manera que tu capital es de 11.000 euros. Ahora imagina que no decides invertir todos tus ahorros, y que inviertes 5.000 euros y eliges un apalancamiento de 5.000 euros, es decir, pides esta cantidad a la entidad bancaria para tu inversión. Al cabo de un año, habrás obtenido 1.000 euros de rentabilidad, pero tendrás que devolver 5.000 euros al acreedor, de manera que el capital final que tienes es de 6.000 euros. En este caso, la rentabilidad que has obtenido de tu capital es el doble, el 20 %.
Pero ¿qué ocurre si la inversión no sale como esperabas? Como ya hemos adelantado, el apalancamiento también implica asumir un riesgo mayor. Siguiendo con el ejemplo anterior, si esta inversión hubiese tenido una pérdida del 10 %, habrías perdido 1.000 euros, por lo que tendrías un capital de 9.000 euros. Pero si hubieras utilizado un apalancamiento de 5.000 euros, tendrías un capital de 4.000 euros. Por tanto, la pérdida sería del 20 %. En otras palabras, el porcentaje de rentabilidad que puedes obtener de una inversión también es el porcentaje de pérdidas.
El apalancamiento financiero puede tener diferentes grados, y para calcularlo se utilizan unidades fraccionadas. Por ejemplo, un apalancamiento de 1:2 quiere decir que por cada euro invertido con capital propio estarás invirtiendo dos euros en total, esto también significa que la deuda es de la misma cantidad que aportas, en este caso, un euro. ¿Y un apalancamiento de 1:3? Aquí, por cada euro invertido hay dos euros de deuda, y el capital propio supone el 33 % de la inversión.
Por tanto, la fórmula para calcular el apalancamiento financiero es la siguiente:
Apalancamiento financiero = 1: (Valor de la inversión/Capital propio)
Por ejemplo, en una inversión de 30.000 euros donde 10.000 euros son capital propio, el apalancamiento será de 1:3.
El apalancamiento financiero utiliza la deuda para tratar de obtener rentabilidades más atractivas. En la actualidad, algunos instrumentos utilizan el apalancamiento dentro de su propia operativa. Este es el caso de algunos derivados financieros, como los CFDs (contratos por diferencia), que permiten abrir una posición sobre un activo, por ejemplo, una acción, sin tener que desembolsar la totalidad del valor del activo subyacente. Por ejemplo, si quieres comprar una acción cuyo precio es muy elevado, puedes comprar un CFD de esa acción para obtener ganancias de los movimientos de la acción. Aunque no la hayas comprado, tienes un activo derivado de la acción.
Por tanto, para utilizarlo solo tienes que elegir activos financieros que lo ofrezcan, así como brókeres que tengan este tipo de inversión.
Estas son las ventajas y desventajas principales de invertir con apalancamiento financiero:
La mayor desventaja del apalancamiento es que utilizarlo implica que las pérdidas se puedan multiplicar y si son elevadas podrían afectar a tu patrimonio. Además, en muchos brókeres el apalancamiento ya viene definido y no lo puedes ajustar. De hecho, puede llegar a ser bastante alto, por ejemplo, 1:400.
Algunos brókeres financieros solicitan más fondos en garantía para que la operación continúe abierta (la llamada de margen). Si no dispones de más capital para aportar como garantía, el bróker cerrará la operación con la pérdida correspondiente.
La principal ventaja es que puedes aumentar las ganancias de tu inversión, ya que, además de tu capital, también invertirás con dinero que no es tuyo.
Ofrece la posibilidad de invertir con capital que no se tiene, por lo que abre las puertas a inversiones más grandes pero, a su vez, más riesgosas.
En resumen, invertir con apalancamiento es riesgoso ya que implica la posibilidad de perder más dinero del que se invierte. Si, aún así, decides utilizarlo, recuerda que diversificar es siempre la mejor estrategia. Por ende, nunca deposites todo tu capital en una inversión con apalancamiento, sino en varios productos de ahorro e inversión para equilibrar el riesgo de tu cartera. Por ejemplo, puedes invertir en derivados financieros con apalancamiento, Bonos del Estado y abrir un depósito a plazo fijo.