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La segunda acepción de la palabra abundancia en la RAE es la de prosperidad, riqueza o bienestar. Por tanto, la abundancia económica es un concepto más específico que trata de medir la riqueza de un individuo desde el punto de vista económico, es decir, su patrimonio personal, ingresos y solvencia.
Sigue leyendo y descubre con Raisin todo lo que debes saber sobre la abundancia económica, también conocida como abundancia financiera, y cómo conseguirla para poder vivir de forma holgada.
La abundancia económica mide la riqueza de una persona y es la situación en que se tienen tantos recursos económicos que se puede vivir con privilegios.
Para alcanzarla tienes que gastar menos dinero del que ganas y, a ser posible, aumentar tus ingresos. Por ejemplo, obteniendo una rentabilidad de tu capital a través de productos de ahorro como los depósitos a plazo fijo.
Cambiar tu percepción de los activos financieros, ser constante y pensar a largo plazo son otros consejos para conseguirla.
Si tienes abundancia económica, podrás disfrutar de la libertad financiera y tener un estilo de vida holgado.
El movimiento FIRE (acrónimo en inglés para Financial Independence Retirement Early o independencia financiera, jubilación anticipada) ha impulsado la filosofía de la abundancia económica, que no es más que la situación en que una persona dispone de tantos recursos económicos que puede tener un estilo de vida sin privaciones de ningún tipo. Es también el objetivo que todos, en mayor o menor medida, deseamos lograr algún día, pero solo unos pocos lo consiguen, y no precisamente sin esfuerzo.
De hecho, para llegar a este nivel tan ambicioso, tus activos deberían generar, al menos, cinco veces la cantidad de dinero que necesitas para vivir de forma cómoda. Debes acumular un patrimonio que te permita obtener unos ingresos pasivos lo suficientemente elevados como para no tener que preocuparte nunca más por tus ingresos, con independencia de tu estilo de vida. En otras palabras, conseguir abundancia económica te dará libertad financiera.
Pero para llegar a la abundancia financiera no vale solo con ahorrar, debes formarte constantemente para identificar nuevas oportunidades de inversión y estar preparado para gestionar tus activos de forma adecuada. Es decir, requiere gran dedicación, constancia y talento. Un esfuerzo que no siempre se ve recompensado.
Aunque alcanzar la abundancia económica está al alcance de pocas personas, lo cierto es que hay una serie de pautas que puedes seguir para lograrlo:
Muchas personas no saben gestionar correctamente sus finanzas personales o necesitan gastar mucho dinero para sentirse plenas y felices. Sin embargo, gastar mucho o todo lo que ingresas está reñido con la abundancia financiera. De hecho, el primer mandamiento para obtener riqueza es ahorrar, es decir, gastar mucho menos de lo que ganas.
Puede que ahorrar no te resulte fácil si tienes pocos ingresos para pagar tus gastos esenciales, con todo, debes hacer lo posible por lograrlo. Para ello, utiliza algunos métodos para ahorrar, como el método Kakebo o la regla 50-30-20.
Si no puedes reducir tus gastos, la otra alternativa para mejorar tu salud financiera es aumentar los ingresos. Internet y las nuevas tecnologías han facilitado la búsqueda de nuevos empleos que pueden servirte para tener más fuentes de ingresos. Si, además, consigues diversificarlas, serás menos vulnerable a las crisis económicas y a los cisnes negros, ya que la pérdida de uno de los empleos no repercutirá tan gravemente a tu situación financiera.
También puedes rentabilizar tus ahorros para generar ingresos, o lo que es lo mismo, obtener una rentabilidad. Si tienes alta aversión al riesgo, contrata productos de ahorro como los depósitos a plazo fijo, que tienen un indicador de riesgo de 1 sobre 6. En Raisin ofrecemos depósitos bancarios en entidades europeas con hasta un 3,40 % TAE, además, hasta 100.000 euros por cliente y banco están protegidos por el Fondo de Garantía de Depósitos nacional.
En general, en el ámbito financiero existe una percepción incorrecta del concepto de riqueza y de los activos financieros. Según Robert Kiyosaki, uno de los autores más reconocidos en el mundo del ahorro y la inversión familiar, un activo es todo lo que coloca dinero en tu bolsillo, y un pasivo lo que lo saca.
Por tanto, un activo-pasivo es aquello que genera la ilusión de incremento de riqueza, pero, en realidad, solo cambia la percepción de tu patrimonio. El ejemplo clásico es el del coche: como inversión, es simplemente una ilusión porque desde el momento en el que se saca del concesionario va perdiendo valor y, además, sigue generando flujos de caja negativos si se financia con deuda.
Nada te va a hacer rico de la noche a la mañana. La lotería y los juegos de azar son cuestión de suerte y solo unos pocos privilegiados consiguen llevarse el premio gordo. Lo mismo ocurre con las inversiones, ganar dinero en poco tiempo al, por ejemplo, invertir en bolsa, es complejo, y lo más probable es que buscando la riqueza inmediata acabes perdiendo buena parte de tu patrimonio, sobre todo si no tienes suficientes conocimientos financieros o no has definido estrategias de inversión.
La abundancia financiera se consigue a largo plazo, ahorrando e invirtiendo parte de tus ingresos todos los meses, ya sean ingresos activos o ingresos pasivos, y, a ser posible, aprovechando el efecto bola de nieve del interés compuesto. Además, a largo plazo la rentabilidad suele ser más alta.
Ninguno de estos consejos te hará rico por sí solo. Es necesario que los pongas en marcha cuanto antes y que seas constante y disciplinado para seguir con tu plan de ahorro. Así, conseguirás tus objetivos, y aunque pueden estar alejados de la abundancia económica y centrarse solo en ahorrar para la jubilación, al menos te acercarán a ella.