Bonos verdes: qué son, cómo funcionan y para qué sirven

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¿Quieres invertir en bonos verdes pero te gustaría entender mejor su funcionamiento y los diferentes proyectos que financian? En este artículo te explicamos qué es un bono verde, para qué sirve y todo lo que necesitas saber sobre este tipo de deuda con la que puedes rentabilizar tu capital y contribuir a proyectos medioambientales.

En pocas palabras
  • Son instrumentos de deuda de entidades o gobiernos con los que el inversor puede rentabilizar su dinero.

  • Cumplen con los criterios ESG (ambiental, social y de gobierno) y el inversor también puede invertir en ellos a través de fondos socialmente responsables que tengan bonos verdes.

  • Sirven para financiar o refinanciar proyectos verdes nuevos o existentes: de eficiencia energética, gestión de residuos, control y prevención de la contaminación, etc.

  • Los Principios de los Bonos Verdes son pautas y recomendaciones para bonos con fines sociales y/o ambientales. También crean conciencia sobre la importancia del impacto ambiental y social.

¿Qué son los bonos verdes?

Los bonos verdes son un tipo de deuda que emiten las instituciones públicas o privadas para financiarse. A diferencia de los Bonos del Estado del Gobierno español, los fondos se destinan a uno o varios proyectos cuyo fin es crear un impacto positivo en el medio ambiente o combatir el cambio climático.

Su finalidad es contribuir a los Objetivos de Desarrollo Sostenible establecidos por las Naciones Unidas en 2015 para acabar con la pobreza y proteger el planeta. En concreto, ayudar a alcanzar los objetivos 7, energía asequible y no contaminante, y 13, acción por el clima. El Banco Europeo de Inversiones (BEI) fue la primera institución en emitir este tipo de bonos.

En definitiva, los bonos verdes son un instrumento financiero con el que puedes rentabilizar tu dinero a largo plazo y contribuir a mejorar el planeta.

¿Cómo funcionan los bonos verdes?

Los bonos verdes funcionan como cualquier otro tipo de bono que una empresa o gobierno emite para financiarse. El inversor de un bono verde es el acreedor del emisor, que tendrá que devolver el capital en el tiempo establecido en el contrato más unos intereses fijos que se conocen como cupón. La particularidad de estos bonos es que son una inversión sostenible, por lo que el dinero se destina a proyectos para preservar el medioambiente o combatir el cambio climático.

Cumplen con los criterios ESG (ambiental, social y de gobierno) y el inversor los compra para obtener una rentabilidad. También se puede invertir en ellos a través de fondos de inversión que tengan este instrumento.

Por otro lado, para que un bono se considere verde, la institución que lo emite debe documentar los objetivos medioambientales y los proyectos a los que se destinarán los fondos de una forma precisa. Por ejemplo, proyectos para proteger la biodiversidad, combatir los efectos del cambio climático o disminuir la contaminación. Esta documentación también debe indicar si los fondos son para financiación o refinanciación.

¿Para qué sirven los bonos verdes?

Los bonos verdes sirven para financiar o refinanciar proyectos verdes, nuevos o existentes. La financiación puede ser total o parcial y el fin debe ser impactar de forma positiva en el medioambiente y combatir el cambio climático.

Los inversores pueden utilizarlos con dos objetivos: primero, como instrumento financiero para rentabilizar sus ahorros; segundo, para ayudar a mejorar el planeta a través de proyectos sostenibles.

Antes de invertir en ellos, ten en cuenta que la rentabilidad de los bonos verdes puede variar según los proyectos a los que se destinan los fondos y el emisor. A modo de ejemplo, los bonos verdes soberanos suelen tener un perfil de riesgo y un retorno distinto de los corporativos porque añaden diversificación a la cartera.

Igualmente, no es lo mismo invertir en bonos verdes para obtener una renta fija, que hacerlo a través de un fondo de inversión socialmente responsable o de un fondo sostenible que combine bonos verdes sociales y sostenibles con activos de renta variable.

En España, el Tesoro Público, además de las Letras del Tesoro y otros instrumentos de deuda pública, también cuenta con el programa de bonos verdes soberanos.

¿Qué proyectos financian los bonos verdes?

En los apartados anteriores hemos hablado de los proyectos que hay detrás de los bonos verdes. Pero ¿qué tipos de proyectos se financian con estos títulos de deuda? Aquí tienes algunos ejemplos:

  • Eficiencia energética: reducir el consumo de energía a través de soluciones como la domótica o sistemas automatizados en los hogares.

  • Gestión de residuos: medidas para impulsar el reciclaje, y es que, según los últimos datos de la cuenta de los residuos del Instituto Nacional de Estadística, España produjo 110,1 millones de toneladas de residuos en 2022, y ese año solo se reciclaron 48,9 toneladas.

  • Control y prevención de la contaminación: proyectos que quieren reducir las emisiones de gases de efecto invernadero, principalmente dióxido de carbono, metano, óxido nitroso y los gases fluorados.

  • Movilidad sostenible: iniciativas que buscan impulsar el transporte sostenible y limpio, reducir el transporte que contamina el medio ambiente, y desarrollar propuestas que fomenten el uso del transporte público.

  • Instalaciones sostenibles: proyectos cuyo objetivo es potenciar el uso de las energías renovables.

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Tipos de bonos verdes

Los bonos verdes se pueden clasificar de varias formas, siendo el emisor y los proyectos que financian las formas más habituales de clasificarlos:

  • Según el emisor: bonos verdes soberanos (emitidos por el gobierno de un país), bonos verdes corporativos (emitidos por empresas), bonos verdes municipales (emitidos por gobiernos locales). 
  • Según los proyectos que financian: en este caso, pueden ser bonos verdes sociales y sostenibles (cuando combinan impacto social y ambiental) o solo bonos verdes sostenibles (fines medioambientales). A su vez, pueden clasificarse según el fin específico; de energías renovables, de conservación de la biodiversidad, de gestión sostenible del agua, etc.

Rentabilidad de los bonos verdes

Al igual que en cualquier inversión, a mayor riesgo, más rentabilidad puede obtener el inversor. Los bonos verdes no son una excepción, y su comportamiento es similar al del resto de bonos. Por tanto, son un instrumento de renta fija cuyo riesgo depende de factores como el emisor y su calificación crediticia, la divisa del bono y el plazo, así como de otras variables específicas de cada emisor.

Normalmente, suelen ofrecer más rentabilidad que productos de bajo riesgo como los depósitos a plazo y las cuentas de ahorro, pero no siempre es así. De hecho, en 2024, con las subidas de los tipos de interés por parte del Banco Central Europeo, algunos bonos verdes tuvieron rentabilidades similares a las de algunos productos de ahorro.

¿Cómo invertir en bonos verdes?

Si te preguntas cómo comprar bonos verdes o cómo invertir en ellos, tienes tres opciones: 

  • Comprar bonos verdes de forma directa: puedes comprar bonos en la entidad financiera, empresa o administración pública que los ofrezca. Por ende, si quieres comprar los bonos verdes que emite el Tesoro Público, podrás hacerlo accediendo a su página web.

  • Invertir en bonos verdes a través de fondos: otra opción es hacerlo a través de un fondo de inversión que esté compuesto por bonos verdes y otros instrumentos.

  • Invertir en ETF: los fondos cotizados son como los fondos tradicionales, pero funcionan como las acciones. Si quieres invertir en bonos verdes, puedes optar por un ETF que replique un índice como el S&P Green Bond.

En cualquier caso, antes de invertir en bonos verdes, pregúntate si este tipo de inversión se adapta a tu perfil de inversor y a tus objetivos. O dicho de otro modo, ¿qué riesgo y rentabilidad buscas? ¿Cómo te gustaría ayudar al medio ambiente? Respondiendo a estas preguntas podrás comprar los bonos verdes que más se adapten a tus planes, o saber si es la mejor opción para ti.

Principios de los bonos verdes

La Asociación Internacional de Mercados de Capitales (ICMA) define los Principios de los Bonos Verdes. Son pautas y recomendaciones para la emisión de bonos con fines sociales y/o ambientales. Estos principios también buscan crear conciencia sobre la importancia del impacto ambiental y social para así obtener más capital para impulsar el desarrollo sostenible. En otras palabras, los también conocidos como Green Bond Principles sirven para definir qué son los bonos verdes según los siguientes componentes principales:

Uso de los fondos

Los fondos de un bono verde deben utilizarse en proyectos verdes elegibles. El emisor debe documentar estos proyectos que serán evaluados. Pero ¿qué proyectos son elegibles? Los Principios de los Bonos Verdes establecen las siguientes categorías principales:

  • Energías renovables: producción, transmisión, dispositivos y productos.

  • Eficiencia energética: edificios nuevos y reformados, almacenamiento de energía, calefacción urbana, redes inteligentes, dispositivos y productos.

  • Prevención y control de la contaminación: reducción de las emisiones atmosféricas, control de los gases de efecto invernadero, descontaminación de los suelos, prevención y reducción de residuos, reciclaje de residuos y transformación eficiente de residuos a energía.

  • Gestión sostenible de los recursos naturales y el uso de la tierra: agricultura sostenible, cría de animales sostenible y aportes agrícolas inteligentes para el clima.

  • Conservación de la biodiversidad terrestre y acuática: protección de ambientes costeros, marinos y de cuencas.

  • Transporte limpio: eléctrico, híbrido, público, ferroviario, no motorizado, transporte multimodal.

  • Gestión sostenible del agua y de las aguas residuales: infraestructura sostenible para el agua limpia y/o potable, tratamiento de las aguas residuales, etc.

  • Edificios ecológicos: con las normas o certificaciones reconocidas regional, nacional o internacionalmente para rendimiento ambiental.

Proceso de evaluación y selección de los proyectos

Los emisores deben informar sobre varios aspectos para determinar la elegibilidad de los proyectos:

  • Los objetivos de sostenibilidad ambiental.

  • El proceso utilizado para evaluar si el proyecto encaja con las categorías del componente anterior.

  • Información complementaria sobre los diferentes procesos utilizados para identificar y gestionar los riesgos sociales y ambientales asociados al proyecto.

Gestión de los fondos

En este componente se controlan las cuantías de los bonos verdes con el fin de verificar que se usan de forma adecuada. Además, se recomienda que el emisor recurra a un auditor externo para gestionar los fondos.

Informes

El emisor proporcionará información adicional de forma periódica sobre el uso de los fondos y su impacto en el medioambiente. Es decir, comunicará los resultados de los proyectos.

En resumen, los bonos verdes son un tipo de deuda que puedes utilizar para rentabilizar tu dinero. En Raisin queremos recordarte que, aunque suelen ser un producto de bajo riesgo, la rentabilidad y el riesgo pueden variar según los bonos sostenibles que elijas. Además, si optas por invertir en ellos a través de un fondo de inversión, puede que también inviertas en renta variable.

Recuerda que diversificar es siempre la mejor estrategia y que puedes contratar productos de bajo riesgo para equilibrar el riesgo total de tu cartera, como los depósitos y las cuentas remuneradas, que tienen un indicador de riesgo de 1 sobre 6, y hasta 100.000 € por depositante y banco están protegidos por el Fondo de Garantía de Depósitos nacional.