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Las Letras del Tesoro pueden ser una opción interesante para rentabilizar tus ahorros, sobre todo si buscas inversiones a corto plazo y de bajo riesgo, ya que son emitidas por el Gobierno español. ¿Estás pensando en comprar Letras del Tesoro? Entonces sigue leyendo y descubre todo lo que necesitas saber sobre estos valores de renta fija.
Son un instrumento financiero a corto plazo que emite el Gobierno español para financiarse. Los inversores que deciden comprar Letras del Tesoro prestan su dinero a cambio de una rentabilidad.
No hay que confundirlas con otros instrumentos de deuda pública, como los Bonos y las Obligaciones del Estado, que tienen vencimientos a medio y largo plazo.
Los intereses se pagan al vencimiento del título de deuda junto con el principal. Actualmente, los plazos son a 3, 6, 9 y 12 meses y la cantidad mínima a invertir es de 1.000 €.
Por lo general, los depósitos a plazo fijo pueden darte una rentabilidad más alta.
Las Letras del Tesoro son un instrumento de deuda pública que emite el Estado español para satisfacer sus necesidades de financiación a corto plazo, es decir, menos de 12 meses.
Así pues, el mismo Estado, mediante el Tesoro Público, la agencia gubernamental encargada de buscar financiación, acude al mercado para encontrar inversores dispuestos a prestar sus ahorros. A cambio, el Tesoro Público les ofrece un tipo de interés pactado de antemano que se hace efectivo cuando llega el vencimiento de la Letra del Tesoro en cuestión.
Para invertir en Letras del Tesoro en España la cantidad mínima es de 1.000 €, y aunque se pueden aportar cantidades mayores, tienen que ser siempre múltiplos de dicha cantidad.
Si comprar Letras del Tesoro no te convence, puedes optar por depósitos a plazo que también te dan una rentabilidad que conoces de antemano. Este producto bancario es una buena alternativa a las Letras del Tesoro, ya que es de bajo riesgo y puedes obtener un beneficio mayor.
En concreto, tiene un indicador de riesgo de 1 sobre 6, y hasta 100.000 € por depositante y banco están protegidos por los Fondos de Garantía de Depósitos (FGD) de cada país.
Las Letras del Tesoro no son el único instrumento de deuda con el que el Estado español se financia. También emite los Bonos y las Obligaciones del Estado.
La principal diferencia entre estos tres instrumentos financieros del Gobierno es su plazo de vencimiento. Las Letras del Tesoro tienen vencimientos a corto plazo, hasta 12 meses. Por contra, los Bonos del Estado tienen vencimientos de 2, 3 y 5 años, y las Obligaciones del Estado se emiten a 10, 15 y 30 años.
Asimismo, el método para pagar los intereses es diferente. Las Letras del Tesoro pagan los intereses al vencimiento mediante descuento, procedimiento que explicaremos después con detalle. En cambio, tanto los Bonos como las Obligaciones desembolsan los intereses de manera periódica y antes del vencimiento.
Para saber si es rentable invertir en Letras del Tesoro hay que observar con detenimiento algunas de sus principales características:
Como hemos mencionado, las Letras del Tesoro son títulos de renta fija a corto plazo. El Tesoro Público español emite Letras con distintos vencimientos:
Letras del Tesoro con vencimiento a 3 meses.
Letras del Tesoro con vencimiento a 6 meses.
Letras del Tesoro con vencimiento a 9 meses.
Letras del Tesoro con vencimiento a 12 meses.
Las Letras del Tesoro se emiten al descuento. Esto quiere decir que los títulos se venden por debajo de su valor real o nominal y luego a su vencimiento se devuelve el total del valor nominal. Esta diferencia entre el valor descontado y el valor nominal es la tasa de interés que recibe el inversor.
Así pues, si alguien quiere invertir en Letras del Tesoro y compra un título de 1.000 €, en el momento de la adquisición pagará 1.000 € menos el tipo de interés. Más tarde, en el momento del vencimiento, el Tesoro Público le devolverá la cantidad acordada de 1.000 €. A modo de ejemplo, si el tipo de interés es del 2 %, el inversor desembolsará 980 € (1.000 € - 20 € de intereses), y en el vencimiento se le devolverán 1.000 €.
Por otro lado, la rentabilidad puede variar según diferentes factores, como el tipo de interés que marque el Banco Central Europeo. Además, ten en cuenta que a la rentabilidad ofertada se le suma una prima de riesgo, que es el sobreprecio de un activo de deuda respecto a otros activos similares. Por lo tanto, cuanto más solvente sea un país, menor rentabilidad ofrecerá por sus Letras del Tesoro y viceversa.
En general, la rentabilidad de las Letras del Tesoro es bastante baja e incluso ha llegado a ser negativa durante varios años. Esto quiere decir que en lugar de recibir un interés por prestar tus ahorros, tienes que pagar. Con todo, algunos inversores pueden querer una rentabilidad negativa, como los fondos de inversión que quieran diversificar su cartera con títulos muy seguros o los bancos que tengan excesos de reservas.
Aunque ofrecen una baja rentabilidad, son un instrumento de bajo riesgo, ya que quien emite estos títulos y promete su devolución es el mismo Estado.
No obstante, no es totalmente imposible que un Estado quiebre y te quedes sin tu dinero. Ya ha ocurrido en el pasado, aunque es altamente improbable en la zona euro. Por eso, los países que tienen un mayor riesgo de impago lo compensan ofreciendo tipos más altos.
Los intereses que se obtienen al invertir en Letras del Tesoro tributan en la base imponible del ahorro del IRPF. Se aplican los siguientes tramos:
Hasta 6.000 €: 19 %.
De 6.000 € a 50.000 €: 21 %.
De 50.000 € a 200.000 €: 23 %.
De 200.000 € a 300.000 €: 27%.
Más de 300.000 €: 28 %.
Para comprar Letras del Tesoro tienes varias opciones:
Tesoro Público: el Tesoro Público emite Letras del Tesoro mediante subasta, y tú puedes comprarlas de manera directa (lo que se conoce como mercado primario) a través de su página web. Para hacerlo, haz clic en «Acceso al Servicio de Compra y Venta», identifícate con certificado digital o DNI electrónico, y rellena el formulario con tus datos personales. Si es la primera vez que compras Letras por subasta, deberás crearte una Cuenta Directa en el Banco de España.
Banco de España: esta opción es similar a la de arriba, solo que deberás acercarte con tu DNI a una sucursal del Banco de España.
Entidades financieras: otra opción para comprar Letras del Tesoro es hacerlo a través de una entidad financiera autorizada (mercado secundario). Sin embargo, la entidad puede cobrarte comisiones y gastos, por lo que es recomendable que compruebes esto antes para no llevarte ninguna sorpresa.
Fondos de renta fija: en este caso, lo que harías es comprar Letras del Tesoro de forma indirecta al elegir una cartera que tenga Letras y otros valores de renta fija.
Las Letras del Tesoro tienen las siguientes ventajas y desventajas:
Bajo riesgo: la probabilidad de no recuperar la inversión inicial más los intereses pactados es muy remota, ya que el mismo Estado es el garante de la devolución.
Corto plazo: ofrecen varios plazos, desde los 3 meses a los 12 meses, por lo que son una buena opción para los que quieran invertir su dinero durante un breve lapso de tiempo.
Liquidez: si quieres recuperar tu dinero antes del vencimiento, siempre puedes recurrir al mercado secundario para vender las Letras del Tesoro que hayas adquirido anteriormente.
Tipos de interés: la rentabilidad de las Letras del Tesoro es muy baja en comparación con otros productos de inversión. De hecho, como ya hemos mencionado, los tipos de interés pueden llegar a ser negativos en algunos momentos, no siendo rentables, máxime si se tiene en cuenta la inflación.
Inversión mínima: aunque la inversión mínima para comprar Letras del Tesoro no es muy elevada, hay productos similares, como los depósitos a plazo fijo, cuya inversión mínima es menor.
En definitiva, invertir en Letras del Tesoro puede ser una opción interesante tanto para inversores conservadores como para aquellos que quieran diversificar su cartera, siempre y cuando las rentabilidades no sean negativas.
Por otra parte, este tipo de inversión también puede ser apto para los que prefieran invertir a corto plazo o para los que están redefiniendo su estrategia de inversión y necesitan depositar su capital de manera temporal en productos de bajo riesgo.