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Los fondos de inversión inmobiliaria son un tipo de fondo en el que se invierte en activos inmobiliarios con el objetivo de generar rendimientos. Estos rendimientos se pueden conseguir alquilando el activo o vendiéndolo cuando haya aumentado su valor. A continuación, te explicamos cómo funcionan, así como sus características, ventajas y tipos.
Son un tipo de fondo compuesto principalmente por activos inmobiliarios con los que generar rentabilidad. Es decir, fondos con bienes raíces como las viviendas o los locales comerciales para la compraventa o el alquiler.
Se pueden clasificar de varias formas, aunque la más común es la siguiente: fondos inmobiliarios directos, cuando se invierte directamente en inmuebles, e indirectos, cuando se invierte en empresas relacionadas con el sector inmobiliario o en SOCIMI.
Su rentabilidad es a medio o largo plazo y no son muy líquidos. Por ende, no es el mejor producto de ahorro para inversores con un perfil conservador o para los que quieren un producto a corto plazo.
Funcionan con participaciones, es decir, el inversor compra participaciones del fondo. Puede hacerlo a través de una entidad financiera o directamente con la sociedad gestora.
Los fondos inmobiliarios de inversión son fondos de inversión que invierten en distintos tipos de inmuebles, es decir, son fondos con bienes raíces como locales comerciales, oficinas, naves industriales o viviendas. Con esta inversión se busca obtener ganancias, por ejemplo, con el alquiler del inmueble o con su venta a un precio superior al de compra.
Estos fondos inmobiliarios no solo invierten en bienes raíces, sino también en empresas relacionadas con el sector inmobiliario. Además, la unidad de inversión es la participación, por tanto, los inversores que compran participaciones se convierten en partícipes.
Por otro lado, un aspecto importante es que para ser considerados fondos de inversión inmobiliaria al menos el 70 % de la inversión debe hacerse en inmuebles (acabados, en construcción o sobre plano), derechos sobre bienes inmuebles o concesiones administrativas.
Los fondos de inversión inmobiliaria suelen tener una sociedad gestora (o administración empresarial) que organiza el fondo. Es decir, esta gestora es responsable de definir sus características: la duración, el riesgo, las condiciones, los términos y las garantías para los inversores, entre otros. Cuando todos los aspectos del fondo de inversión inmobiliaria estén definidos, los partícipes pueden comprar participaciones.
La sociedad gestora también tramita los activos del fondo y se encarga de todas las funciones de administración y representación. Sin embargo, el depositario es el responsable de las funciones de vigilancia y supervisión y el comercializador de las relaciones con los partícipes.
Antes de invertir en fondos inmobiliarios es recomendable conocer sus características para saber si es el tipo de inversión que más se ajusta a nuestro perfil de inversor y a nuestros objetivos de inversión. Estas son las características principales:
Los fondos de inversión inmobiliaria se dividen en dos tipos: directos e indirectos.
También se pueden clasificar según su finalidad:
¿Cómo calcular la rentabilidad de un alquiler?
La forma más fácil para invertir en fondos de inversión inmobiliaria es comprar participaciones a través de una entidad bancaria. De hecho, muchas entidades financieras de España ofrecen esta opción, aunque es posible que cobren alguna comisión por la gestión.
Para no pagar esas comisiones bancarias (de haberlas), también puedes comprar participaciones a través de la misma sociedad gestora del fondo. Sin embargo, esta opción es menos sencilla y no siempre está disponible: algunos fondos no permiten comprar participaciones sin intermediario.
Si tienes alta aversión al riesgo, quizá estés buscando una alternativa que te dé una rentabilidad fija. En Raisin puedes comparar depósitos a plazo fijo y cuentas de ahorro de bancos europeos, con hasta un 3,40 % y un 3,25 % TAE, respectivamente. Estos productos de ahorro son de bajo riesgo, en concreto, tienen un indicador de riesgo de 1 sobre 6 y hasta 100.00 euros por cliente y banco están protegidos por el Fondo de Garantía de Depósitos nacional.
Estas son las ventajas de invertir en fondos de inversión inmobiliaria:
Igualmente, este producto de ahorro tiene algunas desventajas:
La rentabilidad obtenida con los fondos de inversión inmobiliaria tributa, aunque las ganancias (o pérdidas) solo se declaran cuando se haya obtenido el reembolso, es decir, al vender. Así, la diferencia entre el precio de adquisición (el precio de compra) y el precio de reembolso o transmisión (el precio de venta) debe sumarse a la base imponible del ahorro de la declaración de la Renta. Se aplican los siguientes tipos impositivos:
Si quieres calcular la ganancia que has obtenido con el fondo de inversión inmobiliaria en el que tenías participaciones, recuerda que debes deducir las comisiones o gastos asociados al fondo que hayas tenido, a excepción del servicio de gestión discrecional e individualizada de carteras.
En resumen, los fondos de inversión inmobiliaria pueden ser un producto de ahorro interesante si quieres invertir a largo plazo y no te importa asumir. Sin embargo, si eres un inversor conservador, prefieres un producto más líquido o recibir la rentabilidad cada mes, productos como los depósitos bancarios y las cuentas remuneradas serían una mejor opción.