¿Estás barajando la idea de invertir en divisas? La inversión en divisas es una opción para rentabilizar el capital, sin embargo, como todo mercado financiero, tiene sus particularidades. ¿No sabes cómo invertir en el mercado de divisas o si este se ajusta a tu perfil de inversor? Sigue leyendo y descubre con Raisin todos los aspectos que debes saber al respecto.
Las divisas son las monedas extranjeras que se utilizan en un país. Se invierte en ellas en el mercado de divisas o forex, al que se puede acceder a través de un intermediario.
Las divisas se emparejan para formar un par en el que invertir, y se obtiene una rentabilidad con el cambio del precio de una divisa respecto a otra.
Es un mercado accesible y líquido, pero es difícil prever sus fluctuaciones y también es volátil.
Si tienes alta aversión al riesgo, sería mejor que eligieses opciones menos riesgosas, como depósitos bancarios con una rentabilidad fija.
Las divisas son las monedas extranjeras que se utilizan en un país, es decir, las monedas que se usan fuera de su lugar de origen. Por tanto, el dólar estadounidense es una divisa en España, ya que el USD es la moneda de Estados Unidos. Del mismo modo, en la mayoría de países de la Unión Europea, donde la moneda oficial es el euro, la libra esterlina o el franco suizo se consideran divisas.
Los gobiernos de cada país son los encargados de emitirlas y regularlas. Después, se pueden intercambiar en el mercado monetario mundial. Esto hace que los precios de las divisas fluctúen respecto a otras divisas y que existan los tipos de cambio. Así, si quieres comprar USD con EUR, obtendrás dólares americanos según el tipo de cambio USD/EUR. Si el tipo de cambio es fijo, el banco central responsable de esa divisa será el organismo encargado de definir su valor respecto a otra divisa.
Las personas intercambian divisas para realizar transacciones comerciales y financieras entre países. Pero también pueden hacerlo por otro motivo: la inversión en divisas, esto es, comprar y vender divisas para obtener ganancias con la fluctuación de sus precios. Por ende, son un instrumento financiero con el que puedes obtener beneficios.
El mercado de divisas (o forex, la abreviatura de foreign exchange) es el mercado financiero para la compraventa de divisas y es uno de los más grandes del mundo por volumen de transacciones.
Si quieres vender una determinada divisa y comprar otra, puedes acceder a este mercado a través de las muchas entidades financieras, principalmente brókeres y plataformas de trading, que existen para ello. Al comprar una divisa, pagarás con otra según el tipo de cambio vigente en ese momento.
Imagina que quieres comprar USD y vender EUR, en este caso, estarías operando en el par EUR/USD. La primera es la divisa base y la segunda la divisa cotizada. El tipo de cambio para este par indica cuántos dólares recibirías por un euro.
Los valores de las divisas fluctúan, por lo que este mercado está en constante movimiento. Puede que esto te haga preguntarte: ¿invertir en divisas es rentable? Puede serlo, pero para que así sea debes analizar los cambios en los precios y comprar cuando creas que el precio de una divisa va a subir respecto al de otra. Después de comprar, tendrás que vender para obtener una rentabilidad.
En Raisin queremos recordarte que el mercado de divisas es complejo porque los precios pueden cambiar por muchos factores. Por tanto, no es la mejor opción para inversores conservadores que prefieren productos de ahorro o inversión menos riesgosos, como los Bonos del Estado y los depósitos a plazo fijo.
¿Te preguntas en qué divisa invertir o en cuál invertir 30.000 euros? Antes debes conocer otro concepto: los emparejamientos, que no es más que la unión de dos divisas para operar entre ellas, a saber, vender una y comprar otra según el tipo de cambio establecido. Estos son los tipos de emparejamiento que existen:
Emparejamientos principales: par formado por el dólar estadounidense (USD) y una divisa con gran volumen de negociación, como el euro (EUR), la libra esterlina (GBP), el yen japonés (JPY) o el franco suizo (CHF).
Emparejamientos menores: los pares de divisas del grupo anterior pero sin el dólar americano (por ejemplo, EUR/JPY, GBP/EUR o CHF/GBP).
Emparejamientos con divisas exóticas: par formado por una divisa del primer grupo (principales) y una divisa de un mercado emergente, como la rupia india (INR), el peso mexicano (MXN), el dólar hongkonés (HKD) o el dólar singapurense (SGD).
Emparejamientos regionales: par formado por dos divisas de la misma región geográfica, con independencia de si son divisas principales o exóticas, como el yuan chino y el yen japonés (CNY/JPY).
Lo primero que debes saber es que hay divisas convertibles y divisas no convertibles. Las primeras forman parte del mercado internacional de divisas y las segundas no son aceptadas en dicho mercado. En el siguiente apartado analizamos cómo invertir en divisas convertibles en el mercado forex.
El mercado forex es un mercado financiero que no tiene sede, a diferencia de, por ejemplo, los mercados bursátiles, por lo que está descentralizado. Por otro lado, este mercado tiene alta liquidez al funcionar durante 24 horas y cinco días a la semana.
En el mercado forex negocian todo tipo de organismos y entidades: grandes corporaciones, gobiernos, bancos de inversión. Si eres un pequeño inversor, necesitas un intermediario para empezar a invertir en divisas. Asegúrate de que el bróker que elijas cumple con todas las regulaciones pertinentes y está autorizado por la Comisión Nacional del Mercado de Valores. Además, también debes revisar si tiene comisiones, que pueden ser las siguientes:
Spread: es el coste de realizar una operación de intercambio de divisas que se refleja entre la diferencia del coste de venta y de compra. Cuanto mayor sea, más alto será el coste de la operación.
Comisión de custodia: se cobra por mantener la cuenta abierta.
Otras comisiones: por retiradas de fondos o ingresos, por descubierto o traspasos de carteras, entre otras.
Pero ¿cómo invertir en divisas? Estos son los instrumentos financieros para hacerlo:
Efectivo (o al contado): la operación de intercambio de divisas se ejecuta en el momento de la transacción, o hasta dos días más tarde. El precio de intercambio es el que marca el mercado en ese mismo momento.
Permutas financieras (o seguros de cambio): se acuerda el tipo de cambio, que no tiene que ser el que hay en el mercado en ese momento, y se establece la fecha (o fechas) en que se hará el intercambio. Al invertir en divisas de esta forma el objetivo es evitar las fluctuaciones de los precios.
Futuros: en los contratos de futuros se concreta la fecha y el tipo de cambio para ejecutar la operación. Sin embargo, a diferencia de las permutas financieras, estos contratos pueden ser vendidos o comprados antes del vencimiento.
ETF: aunque los fondos cotizados no son divisas como tal, son activos que pueden replicar el movimiento de una divisa o de un par de divisas, ya sea por tener el mismo valor, tipo de interés, etc. Así, si quieres operar con el USD, puedes elegir un ETF que replique el movimiento del índice USDX, por ejemplo.
Opciones sobre divisas: contrato en el que el comprador tiene el derecho, pero no la obligación, de comprar o vender una cantidad de las divisas a un precio determinado y en el periodo de tiempo acordado.
Una inversión en divisas puede ser rentable, pero dependerá de si eres capaz de comprar barato para luego vender más caro. Cabe destacar que no todas las divisas se comportan igual, ya que su volatilidad puede ser diferente. Si quieres saber más sobre la rentabilidad que podrías obtener al invertir en divisas, echa un vistazo a los siguientes factores.
Como en cualquier otro activo financiero, el precio de una divisa dependerá de la oferta y la demanda. No obstante, estas son difíciles de predecir y dependen de diferentes factores:
Tasa de interés y política monetaria: tanto la masa monetaria de una divisa como el tipo de interés que marque su banco central, tendrán un elevado impacto en su valor. Así pues, si se emiten más unidades de una divisa determinada, su valor se verá reducido respecto a otras divisas (a no ser que sigan la misma política), y viceversa. Por otro lado, cuanto mayor sea el tipo de interés, mayor flujo de capitales atraerá dicha divisa, con lo que la demanda y su valor aumentarán.
Coyuntura y expectativas económicas: si los agentes económicos tienen expectativas negativas sobre la marcha de la economía de un país, o este tiene un déficit presupuestario muy alto, los inversores tenderán a retirar sus fondos de esa divisa. En consecuencia, su valor bajará.
Coyuntura política: la estabilidad política de un país también juega un papel importante en el valor de su divisa. Por ende, cuanto más inestable sea, menos confiarán los inversores en su divisa, por lo que su valor disminuirá.
Especulación de grandes inversores: si fondos de inversión o inversores con un gran poder adquisitivo deciden comprar o vender una divisa de forma masiva para conseguir grandes ganancias, esto afectará al precio de esa divisa. Esta situación puede ocurrir en divisas con menor volumen de transacciones.
Dado que los brókeres suelen ofrecer la opción de operar en divisas con apalancamiento, lo hemos diferenciado de los demás factores. El apalancamiento financiero es cuando el inversor se endeuda para invertir, es decir, no solo invierte con su capital, sino también con capital que no tiene. Esto puede dar lugar a dos escenarios: que maximice sus ganancias o que pierda más dinero del que ha invertido.
Existen diferentes grados de apalancamiento, por ejemplo, con un apalancamiento de 1:10 y 1.000 euros, la inversión sería de 10.000 euros. Sin embargo, el apalancamiento se considera una herramienta de alto riesgo, por lo que puede no ser la mejor opción para invertir en divisas, sobre todo si no tienes suficiente experiencia y formación.
Estas son las ventajas y desventajas principales de invertir en divisas:
Liquidez: al ser uno de los mercados financieros con mayor volumen de transacciones, es también uno de los que más liquidez garantiza al inversor que podrá abrir o cerrar una posición en el momento que quiera.
Baja posibilidad de manipulación: si inviertes en una de las divisas principales, la posibilidad de que el precio sea manipulado por terceros es baja.
Dificultad para prever las fluctuaciones del mercado: como el precio al que se intercambian las divisas depende de muchos y complejos factores, es difícil vaticinar cuál será la tendencia futura. Es recomendable centrarse en unos pocos pares de divisas y analizar su evolución antes de invertir.