¿Quieres saber si tienes un perfil de inversor agresivo? Este es uno de los tres tipos de perfil de inversor que existen. Sigue leyendo y descubre con Raisin sus características, objetivos y los productos de inversión que más se ajustan a él.
Es el más arriesgado, ya que elige productos de inversión riesgosos porque pueden darle una rentabilidad más alta. Además, en ocasiones utiliza apalancamiento para maximizar las ganancias.
Más del 90 % de su cartera está compuesta por activos de renta variable, como acciones de empresas y derivados financieros.
Para reducir la incertidumbre no contrata productos de bajo riesgo, como los depósitos a plazo fijo, sino que elige instrumentos que no se comportan igual, así, equilibra el riesgo total.
A diferencia del inversor conservador que desea protegerse de la inflación, su objetivo es construir un gran patrimonio y, en algunos casos, conseguir la libertad financiera.
El inversor agresivo es el más arriesgado de todos los perfiles de inversor. Busca obtener la máxima ganancia de sus inversiones, aunque eso implique asumir un riesgo elevado. Por lo general, conoce los mercados financieros y cómo funcionan. Elige instrumentos a largo plazo y acepta periodos de volatilidad, rentabilidades negativas y hasta caídas abruptas de su cartera.
Además, puede realizar operaciones de carácter especulativo si se dan las condiciones adecuadas en el mercado, e incluso utilizar apalancamiento financiero como estrategia para sacar una mayor rentabilidad a su dinero, aunque esto también pueda maximizar las pérdidas.
Por lo general, más del 90 % de la cartera del inversor agresivo está compuesta por activos de renta variable. Por tanto, no suele tener activos de renta fija, ya que ofrecen un interés más bajo y su objetivo es obtener rentabilidades elevadas. Productos de ahorro como los depósitos a plazo fijo o deuda pública como los Bonos del Estado del Gobierno español no forman parte de su inversión. Sin embargo, sí elegirá bonos más riesgosos, como los bonos de alto rendimiento o high yield.
¿Qué otros activos interesan al perfil de inversor agresivo? Le gusta invertir en bolsa, fondos de inversión cotizados (ETF) e incluso derivados financieros, como los contratos de futuros y contratos por diferencia.
Para reducir la incertidumbre no suele recurrir a instrumentos de bajo riesgo, sino que diversifica escogiendo activos descorrelacionados, es decir, con diferente comportamiento. De esta forma, las caídas del precio de un activo se compensan con las subidas en la cotización del resto. Veamos un ejemplo, imagina que decides invertir en oro y en varias acciones de empresas de Estados Unidos. En momentos de incertidumbre el precio de las acciones bajará, en cambio, el del oro subirá porque actúa como activo refugio. Así, un perfil agresivo de inversión equilibra el riesgo.
Aunque la mayor parte de su cartera está formada por activos de renta variable, no todos tienen el mismo riesgo. Y es que, no es lo mismo invertir en un índice americano como el S&P 500 que hacerlo en mercados emergentes, igual que no es lo mismo un fondo de small caps que uno de multinacionales.
El principal objetivo de un inversor agresivo es construir un elevado patrimonio a largo plazo que le permita complementar su jubilación o, en el mejor de los casos, poder vivir de los dividendos y de los ingresos pasivos que le genera su capital.
De hecho, muchos inversores agresivos quieren conseguir la libertad financiera, un estilo de vida en el que los ingresos que se obtienen con el patrimonio son suficientes para cubrir los gastos e incluso vivir con cierta solvencia durante toda la vida.
Para conseguir este ambicioso objetivo, invertir a largo plazo es fundamental. Tener un horizonte amplio permite aprovechar al máximo el efecto bola de nieve del interés compuesto, esto es, que las ganancias obtenidas se utilicen para generar más intereses y, así, aumentar el patrimonio de manera exponencial a lo largo de los años. Por eso, para un perfil agresivo de inversión no suele existir un mejor o peor momento para entrar en el mercado, salvo en algunas operaciones bursátiles que pueden maximizar su rentabilidad.
Si tienes un perfil de riesgo agresivo optarás por renta variable y productos bastante riesgosos. A pesar de que pueden generar una rentabilidad más alta a largo plazo, este tipo de perfil no es el mejor para todo el mundo. De hecho, la mayoría de inversores no toleran tanta incertidumbre y no se sienten cómodos con las caídas del mercado.
Entonces, ¿cómo saber si este es el perfil más adecuado para mí? Fácil, si invertir en activos de alto riesgo no te hace preguntarte si has tomado las decisiones correctas o implementado las estrategias de inversión más apropiadas, este perfil será una buena opción para ti. En otras palabras, si los productos con alta volatilidad no te quitan el sueño por las noches, puedes elegir productos riesgosos a largo plazo. Es importante que tengas en cuenta que el perfil de inversor agresivo invierte con un horizonte temporal amplio, ya que esto implica no disponer del capital durante un largo periodo de tiempo para poder generar grandes rentabilidades.
En definitiva, es el perfil de inversión más arriesgado y por eso no es para todo el mundo. Solo tú, que conoces tus circunstancias, tu aversión al riesgo y tus objetivos financieros, puedes decidir si es apto para ti.